En tu libro Ángeles al doblar la esquina, ¿hablas de los ángeles como personas comunes que pueden cambiar el mundo o, al contrario, escribes de estos seres mitológicos como personas normales?

Es un libro de poesía. Utilizo la figura de los ángeles como una excusa para hacer poesía. La gente que está a nuestro alrededor, la gente que ayuda pero también la gente que puede entorpecer: los ángeles buenos y malos. Es una reflexión sobre la existencia de los ángeles desde un punto de vista poético.

¿Algún libro tuyo trata de tu especialidad, el suicido?

Sí, en concreto en La mesa de la vida. Y en el último libro que se publicará en abril Dejar de sufrir o dejar de vivir. En él aparece la dualidad del suicidio.

¿Por qué decidiste colaborar con el Teléfono de la Esperanza?

Porque creo que hay mucho mal en el mundo y hay que intentar compensar. ¿Por qué no poner lo que uno sabe al servicio de gente que lo pueda necesitar? Por otra parte, me he sentido bien sabiendo que ayudaba a la gente. Cuando dices: “esta persona podría estar muerta y hoy está viva”, te sientes la persona más feliz del mundo.

¿Cómo es trabajar con más personas en un tema tan delicado como el suicidio?

El suicidio no se trata en ninguna carrera. Los médicos no tienen ninguna asignatura que trate el suicidio, ni los farmacéuticos, ni los enfermeros, ni los trabajadores sociales, ni los periodistas…, nadie. Nos hemos ido especializando de forma autónoma. 

¿Por qué decidiste que las noveles Decir tu nombre y la Conferencia de la muerte estuvieran relacionadas con la muerte? 

El amor y la muerte son claves. Nosotros fuimos cinco hermanos y murieron dos de pequeños. He sentido el tema de la muerte desde muy pequeño.

La Conferencia de la Muerte es una intriga en la que una empresa organiza una conferencia sobre la muerte que va a impartir la propia muerte. 

Decir tu nombre trata la defensa de la identidad (la protagonista se quiere hacer llamar Noela, por Noé) y la lucha contra el maltrato dentro del mundo del vino. 

¿Cuándo y por qué decidiste ser psicólogo?, ¿te gustaba ayudar a la gente o simplemente te interesaban ese tipo de temas?

Cuando tuve que decidir el paso a hacer una carrera, había dos cosas que me gustaba hacer: leer, era mi vocación, mi sentido de la vida y ayudar a la gente.

Quería ser escritor y estudiar psicología era una forma de ayudar a la gente y de ayudarme a mí mismo.

Me atraía la psicología porque es un mundo misterioso. Decidí estudiar psicología y luego hice cursos y me formé en escritura con el objetivo de dedicarme a escribir.  Al final he ido uniendo mis dos vocaciones, a las que me dedico. Ése es mi sentido de la vida. 

¿Cuál es el caso más complicado que se te ha presentado?, ¿te ha marcado tratar con alguna persona en especial?

El caso más complicado fue un hombre de unos treinta y cinco años, con buena posición social, con dinero, muy guapo… que quería suicidarse. Lo tenía muy decidido, pero le hice dudar desde el principio. Llegué a un acuerdo con él: le propuse que esperara y le hice ver que cualquier decisión que tomase era preferible a la muerte. Aquello le cambió la vida totalmente. Él tenía que estar muerto y, sin embargo, sé que vive ahora en Alicante. Todo cambio es preferible al suicidio.

¿Cuál crees que es la principal causa de suicidio?

No hay una única causa. Decimos que el suicidio es multicausal y multifactorial. ¿Qué quiere decir? que hay múltiples causas y múltiples factores (de tipo cultural, económico, social, biológico, psicológico, etc.) Normalmente hay falta de habilidades sociales, problemas psicológicos, falta de resolución de problemas, problemas de comunicación. 

¿Cómo se pueden identificar los signos de una depresión?

Se suele pensar que una depresión es la tristeza, que es lo que más se ve, pero la realidad es que la tristeza es sólo un síntoma y no el más importante. El principal es la incapacidad para el placer, la incapacidad para disfrutar de cosas que antes sí te llenaban. Además, hay otros síntomas como problemas con el sueño (exceso de sueño o falta de sueño), problemas con la comida (atracones o desgana), falta de concentración, falta de interés por todo, aislamiento etc. y eso se da a lo largo de un tiempo.

¿Has ido a más centros para dar charlas de prevención del suicidio?, ¿a cuántos?

Educativos no, éste es el primero y me gustaría que se hiciera en más. Habéis sido pioneros. Sí he estado en universidades, impartiendo cursos a profesionales, médicos, enfermeros, fisioterapeutas…

¿Cuál sería la edad ideal para impartir esta charla?

Cuanto antes, mejor. Entre los 12 y 13 años. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?, ¿y lo que menos?

Lo que más me gusta es el contacto con la gente, como dar una charla hoy a vosotros, poder divulgar, poder enseñar, producir un efecto abanico de prevención. Yo, actualmente, no trato a gente, no tengo gabinete. 

Y para finalizar, ¿cuál es tu libro favorito?

Es imposible decir cuál es mi libro favorito. Es muy difícil porque hay muchos autores que me gustan. Últimamente estoy leyendo a Lloyd Tizón. Lo conocí hace poco. De Mario Vargas Llosa, “Travesuras de la Niña Mala” me gustó mucho, también El Gran Cuaderno de Agota Kristophe o Claus y Lucas.